¿Es lo mismo crédito y préstamo?

Aunque muchas veces en el habla coloquial los tratamos como si fuesen sinónimos, lo cierto es que en el lenguaje especializado bancario crédito y préstamo son términos ligeramente distintos.

Un préstamo es una operación por la cual ABANCA te da una cantidad de dinero concreta de una sola vez, por un plazo determinado, y tú te comprometes a devolver ese dinero y los intereses en los plazos o cuotas que hayamos pactado (mes a mes, trimestralmente, etcétera). Cada cuota que pagues incorpora dos conceptos: la devolución o amortización del capital que has pedido, y los intereses que se han generado por el capital que aún no has devuelto. Cuando acabes todas las cuotas se considera cancelado el préstamo y la operación está liquidada.

El funcionamiento del crédito es más parecido al de una cuenta corriente, con la particularidad de que el dinero, hasta el límite que esté fijado, se ha puesto a tu disposición para que cubras tus necesidades financieras. En un crédito no se te abona todo el dinero de una sola vez, sino que ABANCA te va entregando cantidades parciales a medida que lo necesitas. Por eso solo se te cobran intereses sobre la cantidad que hayas utilizado realmente. De todas maneras, en algunos créditos también tendrás que pagar una comisión por el dinero que no utilices, pero que tengas disponible.

Por esta razón, si bien el coste de un préstamo lo sabes desde el principio, el coste de un crédito solo lo puedes conocer cuando ABANCA liquida el crédito, que normalmente es cada trimestre. Otra de las ventajas del crédito es que aunque se concede por un plazo concreto, cuando se llega al final de ese período se puede renovar, o incluso ampliar. Éste es normalmente un producto financiero que utilizan las empresas para cubrir sus necesidades de tesorería, y su uso está poco extendido entre los clientes particulares.